Cada vez más personas optan por los “antipropósitos” en lugar de las tradicionales listas de metas para el Año Nuevo. Mientras que los propósitos suelen estar llenos de buenas intenciones, muchas veces resultan en frustración cuando no se cumplen. Según la psicóloga Ana Asensio, la clave está en enfocarse en lo que no queremos hacer, en lugar de lo que debemos lograr. Este enfoque, se basa en la inhibición cognitiva, un concepto psicológico que nos permite suprimir impulsos o decisiones que no nos benefician.
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