1- Nuestra formación y conocimientos. El cultivo intelectual, poder formarnos en lecturas lúcidas, que nos inspiren, que nos llenen, que contribuyan a nuestra paz o entretenimiento, que nos instruyan y que nos formen. La gente feliz sigue aprendiendo y le encanta. Saben que siempre hay momento, lugar y ocasión para aprender y que de todo siempre se puede aprender algo.

2- Desarrollo personal. ¿Paras de vez en cuando?, ¿respiras?, ¿meditas?, ¿te pones objetivos?, ¿vives el presente?, ¿hacia dónde quieres ir?, ¿es esta la vida que quieres vivir? La gente feliz ha puesto el desarrollo personal y la conexión consigo mismo como algo importante. Trabajar la intuición, decide vivir el presente y hacer tareas en slow. Decide parar un poco, observar y poner distancia para ver con claridad.

3- Valores de Vida. Perdón, aceptar confianza, generosidad, fortaleza, ternura, respeto, responsabilidad… Atiende a los valores que quieres atraer a tu vida. La gente feliz cultiva los valores de vida y los transmite en sus acciones diarias y en su educación familiar.

4- Sentimiento de utilidad. ¿Te sientes útil? ¿Te sientes realizado? ¿Cómo? Qué podrías hacer? En un sentido profundo encontrarnos con la utilidad es otro regalo de vida. Es importante educar a nuestros pequeños en esto también y adquirir conciencia, porque este sentimiento de utilidad nos realiza muchísimo y conecta mucho con nuestra felicidad. La gente feliz busca siempre dónde está su lugar y dónde son de mayor utilidad produciéndose esa sinergia entre el dar y el recibir en la vida.

5- Propósito de nuestra vida. ‘Propósito’, esa palabra a veces misteriosa que sabemos lo que quiere decir, pero no sabemos explicar o encontrar. El propósito es el camino, tu camino, el que te conecta contigo, en el que tu energía fluye con lo que da y recibe y se produce un equilibrio perfecto. La gente feliz busca su propósito de vida, y sabe que el propósito de vida es aquello de nosotros que nos hace ser mejores ofreciendo lo mejor de nosotros, y además nos hace inmensamente felices porque nos sentimos realizados.

6- Emociones y estrés: Qué sientes, cómo lo sientes, qué intensidad, cómo manejas tus sensaciones, emociones y sentimientos. La gente feliz se especializa en ellos mismos, atendiendo a sus emociones, aprendiendo a manejarlas y conociéndose interiormente. Aunque uno de los enemigos de nuestra felicidad es el estrés. Debemos dejar de ser multitarea y diferenciar el “estrés bueno” del “estrés dañino”. No es el estrés en sí el que nos hace daño, es la falta de descanso, la multitarea, el sentirnos oprimidos, el exigirnos más de la cuenta, el presionarnos, el sentir una amenaza continua en nuestro cuerpo… Por eso, la gente feliz hace prevención y busca soluciones, cuidarse con técnicas y herramientas que le ayuden a balancear el estrés de la vida para poder sentir calma.

7- Metas y objetivos. Cuando los objetivos están alineados con nuestros valores, nos encontramos con la felicidad. La gente feliz sabe que es importante tener siempre  proyectos e ilusiones al frente que nos mantengan vivos.

8- Usar nuestro tiempo. Tiempo para nosotros, para nuestro autocuidado, nuestra recarga, nuestro espacio, tiempo compartido con quien elegimos. La gente feliz conoce y tiene interiorizado que el tiempo es limitado, y que el momento es ahora.

9- Nuestro humor y actitud. Cuánto te ríes, cómo te ríes, con quién te ríes, de qué te ríes. Atiende a cuánto sonríes y cuánto te ríes, cuántas carcajadas tienes a diario o semanalmente. Cuánto aprovechas esas risas para ir liberando endorfinas, oxigenando los tejidos de tu cuerpo, relajando tus músculos y aliviando los pensamientos y sintiéndote más relajado. La  risa es una potente medicina. La gente feliz está asociada con el sentido del humor, y además le encanta aprovechar cualquier ocasión para reírse sanamente.

10- A lo que nos dedicamos profesionalmente, a la dedicación profesional-personal. ¿Qué hacemos en nuestra vida? ¿Cómo nos sentimos? ¿Cómo es aquello que consideremos nuestro trabajo? ¿Cómo nos relacionamos con él? La gente feliz sabe apreciar el lugar donde está y sabe discernir la aceptación, el cambio, y sabe disfrutar y aprovechar las experiencias, las oportunidades y los aprendizajes que nos trae el mundo laboral.

Hoy día, gracias a la neurociencia sabemos que nuestro cerebro puede cambiar y sabemos que podemos aprender cosas nuevas a cualquier edad, todo depende de nuestra actitud principalmente. APRENDE, ENTRÉNATE Y APUESTA POR SER FELIZ.

Artículo ofrecido por Ana Asensio, psicóloga y fundadora de Vidas en Positivo

Para leer el artículo completo AQUÍ.