Tomar una decisión a veces nos supone un mundo, y esto viene muy asociado por el hecho de que creemos que tomar decisiones solo lo hacemos cuando son aquellas trascendentales, aquellas que pueden suponer un punto de inflexión en nuestra vida, aquellas en las que la responsabilidad y el miedo conviven en una delgada línea que a veces nos lleva a la parálisis por análisis, o en otras ocasiones nos lleva a lanzarnos sin mirar.
Si nos paramos a pensar, decisiones tomamos todos los días ¿qué canal pongo? ¿qué desayuno? ¿qué ropa me pongo? ¿qué pienso? ¿qué llamada hago? etc… Lo único que no nos paramos a pensar o sentir que esto forma parte de nuestras decisiones, y esto entrena el que podamos tomar decisiones de esas que son más impactantes en nuestra vida.
Las microdecisiones son igual importantes que las macro, porque estas minúsculas y diarias conducen a la otra. Lo que nos pasa es que no somos conscientes, o en muchas ocasiones hacemos siempre lo mismo, y entonces no caemos en la cuenta que hemos decidido hacer lo mismo.
En ocasiones nos hacemos la pregunta, y cuál será la mejor decisión, y esta pregunta es infinita, porque infinitas son también las posibilidades. Esta pregunta es la que puede conducirnos a la duda y a la parálisis, y en ocasiones al malestar, al agobio o el miedo, es justamente lo que tenemos que reflexionar, ya que Si no tomas tus decisiones, la vida se encargará de tomarlas por ti.
Recuerda siempre que aunque te sientas extraño, dubitativo, no sepas qué hacer…
La mejor decisión siempre es tu decisión.
En mi Instagram te he dejado esta semana un ejercicio sobre la toma de decisiones.
Madre de familia numerosa y psicóloga de formación. Experta en psicoterapia gestalt, desarrollo evolutivo, terapia del lenguaje, transpersonal, mindfulness, familia y autismo donde ha desarrollado gran parte de su vida profesional.
Lleva más de 20 años dedicándose a ésta que es su gran pasión y desde sus inicios hasta el momento actual le ha dado tiempo de compaginar su vida personal con la actividad profesional de psicóloga y emprendedora.
En esta etapa, la de emprendedora, se introdujo en 2006 y nunca más ha vuelto a salir porque el alma de emprendedora se lleva por naturaleza. En el año 2006 fundó el colegio específico en autismo ‘Juan Martos’ y en 2007 el centro de psicología y orientación ‘Agenda’ especializado inicialmente en intervención para trastornos generalizados del desarrollo y problemas de comunicación y lenguaje; Posteriormente en 2008 el centro crece y se diversifica, ampliando secciones y abriendo un espacio de psicología general para familias, coaching y psicoterapia, con dedicación a Adultos, jóvenes y niños a nivel general y dificultades «más comunes» aunque no menos únicas.
En 2008 es socia fundadora de la ‘Fundación Quinta’ de Ayuda al Autismo. Actualmente es socia directora de la Escuela Infantil Nemomarlin Majadahonda y Directora de Vidas en Positivo. Inquieta por naturaleza continúa formándose y conociéndose así misma. El área -dice- que es más difícil para cualquiera de nosotros. Piensa que si crees puedes y prefiere quitar hierro a la autoexigencia abogando por ser amable contigo.
Le gustan los animales y la parte más divertida de la vida que explota siempre que puede. Para ella el día a día es de color y lo que más le hace feliz es comer, viajar, ir a conciertos los aperitivos y las risas, que le encantan. Pero sobre todo, hacer a la gente feliz. Su libro preferido: Sopa de pollo para el alma. Le diferencia la mirada que tiene más allá de las cosas y comenta que ser psicóloga es lo mejor que sabe hacer.