Mi primer apunte es no nos tenemos que hacer enemigos de la exigencia, al contrario, debemos integrarla en nuestra vida, pero siempre de la mano de la amabilidad.
¿Exigirse es malo? No, es un requisito, es una condición para algo, es un esfuerzo en el camino hacia algo… y entendido así, tal cual, es algo que si usa bien es maravilloso para nuestra vida.
¿Cuando deja de ser positiva la palabra exigencia? pues cuando esta exigencia, se convierte en una autoexigencia que viene disociada de la amabilidad hacia nosotros, cuando actuamos de manera que cualquier fin justifica los medios, cuando sin darnos cuenta nos perdemos del camino de nosotros mismos, y nos olvidamos de quien somos de nuestras emociones, sensaciones, de cómo nos sentimos, de qué pensamos y de la coherencia con nuestro ser.
Entonces la autoexigencia se convierte en fuente de alteración, en fuente de ansiedad, de malestar y somatización, se convierte en problema de relaciones personales, en alto grado de estrés patológico, es cuando nuestro cuerpo y nuestra mente comienza a enfermar presentando malestar y las alteraciones humanas que se deriva de ello.
Es importante saber que en las mejores cosas que nos hace sentir es querernos, ser amables con nosotros y respetarnos de corazón… y además esto tiene premio doble, porque en el momento en el que lo eres contigo, lo desprendes a tu alrededor y lo practicas con tu entorno, y eso genera corriente de energía positiva y amabilidad, que no excluye el esfuerzo y la superación.
¿Puedes cambiar esto? Claro que si y en Vidas en Positivo te enseño a ello.
Esta la cuenta de Instagram de Vidas en Positivo te he dejado un reto sobre autoxigencia
Si quieres saber más te invito a ver este vídeo sobre la autoexigencia en el que te explico entre otras cosas porqué la mayor parte de las alteraciones humanas provienen de las exigencias.
Madre de familia numerosa y psicóloga de formación. Experta en psicoterapia gestalt, desarrollo evolutivo, terapia del lenguaje, transpersonal, mindfulness, familia y autismo donde ha desarrollado gran parte de su vida profesional.
Lleva más de 20 años dedicándose a ésta que es su gran pasión y desde sus inicios hasta el momento actual le ha dado tiempo de compaginar su vida personal con la actividad profesional de psicóloga y emprendedora.
En esta etapa, la de emprendedora, se introdujo en 2006 y nunca más ha vuelto a salir porque el alma de emprendedora se lleva por naturaleza. En el año 2006 fundó el colegio específico en autismo ‘Juan Martos’ y en 2007 el centro de psicología y orientación ‘Agenda’ especializado inicialmente en intervención para trastornos generalizados del desarrollo y problemas de comunicación y lenguaje; Posteriormente en 2008 el centro crece y se diversifica, ampliando secciones y abriendo un espacio de psicología general para familias, coaching y psicoterapia, con dedicación a Adultos, jóvenes y niños a nivel general y dificultades «más comunes» aunque no menos únicas.
En 2008 es socia fundadora de la ‘Fundación Quinta’ de Ayuda al Autismo. Actualmente es socia directora de la Escuela Infantil Nemomarlin Majadahonda y Directora de Vidas en Positivo. Inquieta por naturaleza continúa formándose y conociéndose así misma. El área -dice- que es más difícil para cualquiera de nosotros. Piensa que si crees puedes y prefiere quitar hierro a la autoexigencia abogando por ser amable contigo.
Le gustan los animales y la parte más divertida de la vida que explota siempre que puede. Para ella el día a día es de color y lo que más le hace feliz es comer, viajar, ir a conciertos los aperitivos y las risas, que le encantan. Pero sobre todo, hacer a la gente feliz. Su libro preferido: Sopa de pollo para el alma. Le diferencia la mirada que tiene más allá de las cosas y comenta que ser psicóloga es lo mejor que sabe hacer.